En Sus Palabras
Testimonios de Proyecto José
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La Historia de Juan
Le había pedido a mi pareja el aborto y fue hace 20 anos. Nunca pensé que me fuera a afectar porque era ella la embarazada, no yo. Nos destrozó la relación matrimonial y terminamos separándonos. Yo me entregue al alcohol y a la vida fácil. Sabía que tenía mucho dolor, pero no entendía que era por esto. Supe de Proyecto José y me di la oportunidad a ver de que se trataba. Fue en ese retiro que admití lo que había hecho, me encare a mi responsabilidad y ahora me siento perdonado. De verdad que ahora si tengo esperanza. Nunca la había sentido antes. Me deshice de una carga de 20 años y he podido ir a comulgar sin ese peso encima. Pude honrar la vida de mi hijo y tengo la paz de saber que está en el cielo. No creía que existía el perdón por lo que había hecho. Ahora se que eso no es cierto. Siento que me han quitado una gran carga de encima, no totalmente, pero mucho más ligera. Se la entregue a Dios. Tome un paso tan grande en mi jornada de sanación, al poder ir a Proyecto José. Había ido a un retiro del Viñedo de Raquel, pero Proyecto José, sólo para hombres, me llevo a un nivel mucho más profundo. Era exactamente lo que necesitaba, aunque no lo sabía. Pude sentir la presencia amorosa y la gracia de Dios en ese día de sanación. Estoy muy agradecido. Espero poder regresar a servir en equipo algún día.
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Nadie piensa que el hombre es afectado. Él no está viviendo el embarazo. No pasa por el procedimiento. Esta entero físicamente y nunca tiene que conocer a los que efectúan el aborto. Nadie piensa que él siente dolor alguno… menos el hombre quien ya lo vivió. Personalmente, yo no pensaba que necesitaba ayuda. Yo pensé que ya había procesado el dolor de la mejor manera posible. Yo pensaba que estaba en paz. Estas personas amables me ayudaron a encontrar y a manejar el dolor que yo no sabía que cargaba todavía dentro de mí. Remordimientos y la pena profunda salieron a flote en donde yo podía reconocerlos y enfocarles mi atención y empezar a sanar. La vieja herida pudo sanar después de tantos años.
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Después de haber luchado sólo durante años con la culpabilidad, vergüenza, y remordimiento del haberme involucrado en la decisión de mi novia de abortar a nuestro hijo, finalmente encontré un ministerio que reconoció mi necesidad de encontrar ayuda.
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Cargando con la etiqueta del “hombre malo”, y siendo la persona quien hizo que este evento tan terrible pasara, siempre me ha hecho pensar que no tenía permiso de sentir el dolor que estaba sintiendo. Realizando que los errores yo cometí no me imprimían permanentemente con una etiqueta como el “hombre malo”, ni me forzaban a sentirme culpable for estar triste, fueron las experiencias que más me han sanado…Las cosas que hice estuvieron equivocadas, pero no importando lo malo que yo haya sido…he aprendido que el “mal hombre ” tiene permiso de recibir la gracia de Dios y de sanar también.
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Soy Católico quien practica su fe y ya había ido a confesarme. Yo sabía que Dios me había perdonado pero yo nunca podía perdonarme a mí mismo. Durante el retiro finalmente encontré la fe y la valentía que yo necesitaba para confiar plenamente en Jesus y a través de su Divina Misericordia reconocer la verdad y creer completamente en el perdón que Él ya me había dado.
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Como hombre, por la gracia de Dios, he llegado al lugar correcto al llegar a este retiro, para que pudiera sanarme y luego llevarme este buen ejemplo de cómo debemos vivir con mis hijos y con mi esposa. He sido redimido como hombre, marido y padre.